Ama al Gran Arquitecto del Universo
- Ama a tu prójimo
- Haz bien y deja hablar a los hombres
- Ama a los buenos y compadece a los débiles, huye de los malvados, pero no odies a nadie.
- Habla respetuosamente a los grandes, prudentemente a tus iguales, sinceramente a tus amigos y con ternura a los pobres.
- No adules jamás a tu hermano, porque es una traición, y si tu hermano te adula, desconfía, que no te corrompa.
- Escucha siempre la voz de tu conciencia.
- Sé el padre de los pobres, cada suspiro que tu dureza les arranque será una maldición que caerá sobre tu cabeza.
- Respeta al extranjero y al viajero porque su posición los hace sagrados para ti.
- Evita las disputas y prevé los insultos poniendo la razón de por medio.
- Respeta a las mujeres, jamás abuses de su debilidad y muere antes que deshonrarlas.
- Si el Gran Arquitecto del Universo te da un hijo, dale gracias, pero tiembla por el depósito que te confía, porque en adelante, serás para ese niño la imagen de la divinidad.
- Haz que hasta los 10 años te tema, hasta los 20 te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los 10 años sé su maestro, hasta los 20 su padre, y hasta la muerte su amigo.
- Enseña a tus hijos buenos principios antes que bellas maneras. Que te deban más la doctrina esclarecida que una frívola elegancia. Que sean mejores hombres honrados que hombres hábiles.
- Lee y aprovecha. Ve e imita. Reflexiona y trabaja, y que todo redunde en beneficio de tus hermanos y para tu propia utilidad.
- Sé siempre contento en todo, para todo y por todo.
- Jamás juzgues ligeramente las acciones de los hombres, perdonándolas o condenándolas. Dios es el único que puede valorar sus obras.