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El presidente de Uruguay, José Mujica, dijo hoy, con motivo del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que sólo una firme educación y formación en la tolerancia con lo que es diferente puede asegurar una convivencia en paz en el mundo.
«Es muy útil razonar en este momento a dónde nos llevan los extremos del fanatismo y empezar por entender que sólo una férrea y firme educación y formación en la tolerancia con lo que es diferente puede asegurar una convivencia en paz en este mundo», dijo el mandatario uruguayo en una alocución pública emitida por televisión.
Mujica señaló que la tolerancia es una característica de Uruguay y un valor que deben «pugnar por salvaguardar por encima de cualquier otra cosa».
«Pero hay que entender que más allá de nuestro país esa tolerancia es hoy bombardeada por el auge del fanatismo, verdadera enfermedad que va contra la seguridad y la tranquilidad de los pueblos cuando se tienen diferencias», añadió.
El presidente indicó que en un mundo en el que coexisten diferentes religiones, colores de piel, tradiciones históricas y, «por encima de todo, donde existen notorias diferencias de clase», el no educar y formar en la tolerancia equivale a destruir el porvenir.
En el día mundial de la conmemoración del 70 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, Mujica dijo que recordar «esta fecha de dolor del pueblo judío» es «muy útil para colocar en el análisis de la consideración pública» todas las cuestiones mencionadas, en un momento en el que ve «signos que no son para nada alentadores».
El gobernante expresó su solidaridad con el pueblo judío, que dijo fue una parte «importante» en la construcción de Uruguay junto con otras colectividades, «más grandes o más pequeñas», que conformaron la nación.
«Uruguay mantiene esa característica de respeto y solidaridad hacia todos sin discriminar poco color, religión, raza o historia. Ha sido nuestra característica histórica cuasifundamental, lo sigue siendo y debe de seguir siéndolo», aseveró.
El 26 de enero de 2007 la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución 61/255 que condenaba la negación del Holocausto y elegía la fecha de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, el 27 de enero, para celebrarlo con el fin de no olvidar jamás la «solución final nazi al problema judío».
Mujica comentó que el plan de exterminio que blandió el nazismo contra el judaísmo «es una verdadera ofensa para la Humanidad» y también «una macabra expresión de a dónde es capaz de llegar el fanatismo humano».
El 27 de enero de 1945 el ejército soviético abría las puertas del infierno en Auschwitz-Birkenau y ponía fin al cautiverio de los 7.000 prisioneros que aún permanecían entre sus alambradas, ya abandonados por los guardianes.
Se estima que más de un millón de personas, en su mayoría judíos, perecieron en Auschwitz y en el campo anexo, Birkenau (Oswiecim y Brzezinka en polaco), debido a las palizas, las cámaras de gas Zyklon B, el hambre, el agotamiento y las enfermedades.