LOS MASONES, Artículo de la Revista de España, nº 49 del 10 de Marzo de 1870

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Recomendamos la lectura de este primer extracto del artículo que publicaremos en su totalidad en próximas entregas. El autor del mismo, aunque crítico con la Orden, da bastantes datos de como se entendía la Masonería en la España del siglo XIX, incluyendo al final de este fragmento un Decálogo Masónico de la época.

*Los errores ortográficos son propios de la digitalización automática del volumen  original.

LOS MASONES. * 1ª Parte *

Más de un siglo ha trascurrido desde que aparecieron en España los primeros francmasones y fundaron lógias y orientes que , funcionando sin interrupcion , aunque con fortuna vária, causaron no pocos recelos y temores á los gobiernos de diversas épocas ; mirá bales el público con prevencion, alarmábanse las conciencias, crecían en ciertos períodos de nuestra historia las persecuciones ó se mitigaba el rigor desplegado por los poderes públicos contra ellos; pero la institucion continuaba organizada, sin que estas vicisitudes fueran bastante eficaces para destruirla, si bien no puede ne- negarse que alguna vez se consiguió debilitarla.

En los tiempos que corren se han amortiguado el recelo, y los temores con que fué recibida allá por los años de 1732, y los que causaba durante el reinado del último Fernando; pero todavía se concede á la francmasonería grande importancia, acaso ménos que la que goza en otras naciones en las que esta planta ha echado raíces muy extendidas y profundas , acaso menor que la que tiene en otros pueblos , en los cuales está reconocida oficialmente. De todos modos merece que los escritores se ocupen de ella, mucho más en estos momentos en que cuantos desconocen la historia y la organizacion de las famosas sociedades secretas, hijas del Arte Real , se sienten aguijoneados por la natural curiosidad que han despertado los Masones madrileños al exhibirse ostentosamente en los funerales con que quisieron honrar, hace algunos días, la memoria de uno de sus más ilustres hermanos , funerales en que se hizo público, aparatoso, y no sé si prudente alarde de la vitalidad y fuerzas de la francmasonería española.

Para satisfacer esa curiosidad me propongo dar en este artículo las necesarias noticias sobre el origen y ritos de la célebre institucion que tanto ha influido en los destinos de los pueblos , en los cuales continúa extendiéndose y propagándose , pero me limitaré á consignar someras indicaciones , á apuntar datos elementales sobre materia tan delicada y peligrosa, porque si intentara acometer mayor empresa, necesitaria escribir un libro. Muchos son los que se han publicado hasta ahora en Europa y en América, mas á pesar de la riqueza bibliográfica con que cuenta la francmasonería, no ha llegado á mis manos uno sólo que comprenda y abrace todos los puntos que deben tratarse en una obra que seaá la vez filosófica y práctica; el mismo Fyndel, autor mason aleman , que á mi juicio es el más profundo entre los historiadores de la Orden, y el Fran ces Gyr que me parece el más metódico y sensato entre sus impug nadores , dejan mucho que desear, y sin embargo , uno y otro lle naron abultados volúmenes con sus escritos ; ¿qué he de poder decir yo en pocas páginas ?

Ni los apologistas, ni los adversarios de la francmasonería se cuidan , generalmente , de definirla con sujecion á las buenas reglas de la lógica, sino que la explican por las funciones que desempeña, por la mision que en su sentir está llamada á realizar, y por el fin á que aspira, segun los primeros, de perfeccionar la vida social, ejerciendo la más saludable influencia en la moral pública y en la educacion de los pueblos; Gattel es el único que la define con me diana precision y claridad, y dice, que es una sociedad de personas que se obligan, con juramento , á guardar inviolable secreto, en lo que concierne á su Orden, cuyas personas pueden reconocerse entre sí por medio de los signos , de los tactos y de las palabras simbólicas que usan.

No me parece fácil que los profanos en esta clase de estudios queden muy enterados de lo que desean saber con la precedente definicion, ni que por ella lleguen á averiguar el objeto de la institucion , pues da á conocer únicamente su organiza cion material y externa. Si hubiéramos de creer lo que refieren los expositores maso nes y los iniciados en las logias , el objeto de la masonería no pue de ser más noble, más grande ni más elevado; aquellos y éstos convienen en que sus asociaciones huyen de la controversia reli giosa, admiten en su seno miembros de todas las religiones posi tivas, siu preguntarles qué culto profesan , y se limitan á trabajar un Estado, sin inmiscuirse en las funciones de éste , procuran formar buenos ciudadanos , y emplean sus afanes y desvelos en provecho de la humanidad para infundirles sentimientos de órden , de justicia y de amor á toda legalidad; el ideal de la francmasonería, segun sus adeptos, y como lo formula Fyndel , al que habré de citar más de una vez , no es otro que llegar á la perfeccion moral que resulta del hecho fundamental de que la voluntad de Dios sea la voluntad de todos , realizar la union de la naturaleza con Dios por medio del ennoblecimiento del espíritu , trabajando con mano in cansable , con vista serena , y unidos todos los hermanos con el lazo de una intencion comun, para salvar ese apetecido fin: estos esfuerzos, esta aspiracion de perfeccionamiento moral é intelectual debe dirigirlos el francmason, ante todo, á sí propio, á adquirir el conocimiento de sí mismo, sin omitir diligencia para violen tar sus instintos y romper las ligaduras con que la concupiscen cia y la pereza encadenan la dulcísima y santa caridad , é impiden cumplir los deberes que impone la iniciacion de defender la ver dad é inspirar nobleza y virtud á los que nos rodean , labrando el bien de éstos segun la voluntad de Dios y sin mira alguna man chada de egoismo : La Masonería , dice el autor citado , hija de una verdad eterna y de una exigencia imperiosa de nuestra hu mana naturaleza , ha llenado constantemente y con fidelidad, no sin haber cometido errores , la mision gloriosa que le está enco mendada , dirigiendo á sus miembros por el camino de la benefi cencia y de la caridad, infundiéndoles abnegacion y energía mo ral, llevando el consuelo á los afligidos, rescatando para la virtud á los que de ella se habían apartado, enjugando las lágrimas de las viudas y de los huérfanos , y fundando muc/ios institutos de beneficencia y de utilidad general.

Los rituales preconizan , como consecuencia de la doctrina anterior, la justicia, la fraternidad, el amor, la equidad, la dulzura y la moderacion , cual si quisieran rivalizar con la moral del Evan gelio : á primera vista, nada reprensible se nota en estos sanos preceptos que se contienen en un dodecálogo que han adoptado muchas lógias, y que, por creer que seráleido con interes, pongo á continuacion , siguiendo el texto de Rebold y Ragon , literal mente traducido :

DODECÁLOGO MASÓNICO.

1º Sé justo , porque la equidad es el sosten y defensa del gé nero humano.

2° Sé bueno , porque la bondad encadena todos los corazones.

3. ° Sé indulgente, porque tú, que eres débil , vives entre séres débiles como tú.

4. ° Sé dulce, porque la dulzura engendra cariño.

5. ° Sé agradecido, porque la gratitud alimenta y nutre la bondad.

6. ° Sé modesto, porque el orgullo subleva las naturalezas con cupiscentes.

7. ° Perdona las injurias, porque la venganza hace eternos los ódios.

8. ° Haz bien al que te ultraje, y mostrando tu superioridad sobre él , ganarás un amigo.

9. » Sé circunspecto, sobrio y casto, porque el sensualismo des truirá tu naturaleza y te hará objeto de general desprecio.

10. Sé ciudadano, porque sin pátria, ni gozarás de seguridad, ni de placeres de ninguna especie , ni de bienestar : vive fiel y su miso á la autoridad legítima , porque sin ella no es posible la so ciedad, que tan necesaria te es á tí mismo.

11. Defiende tu país, porque en él encuentras la felicidad, y allí están todos los vínculos, todos los séres que tan caros son á tu corazon; pero no olvides jamas la humanidad y sus derechos.

12. No sufras que la pátria, esta madre comun , sea injusta mente oprimida, porque entónces no será para tí más que un in fierno. Si la pátria, injusta, te niega la felicidad, aléjate de ella en silencio , sin turbar jamas su paz , y soporta la adversidad con resignacion . 

Publicado en Varios.

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